Por si me olvidas...
No sé, Antonio, no sé por qué justo ahora que he llegado a Sevilla decido escribirte. No sé, debería estar olvidándote a ti y a tus mentiras. Pero he decidido que si quiero acabar contigo como tú lo hiciste conmigo, debo darte una cucharada de tu propia medicina. Y por eso, he aquí estas cartas, amor, por si me olvidas.