De lo ordinario a lo extraordinario - La Imaginación
Yo estaba ahí, esperando a que me atendieran en la tienda de conveniencia. Es curioso como cuando no tienes nada más que hacer que esperar, empiezas a observar.
Ves como las personas escogen las botanas, o el tipo de al lado trae sus six pack bien organizado, o la gente que se come un jocho y disfrutan de una dona de $7 pesos.
Entonces te das cuenta de lo cotidiano de la vida, de como la mayoría de personas no hacen nada extraordinario. Sientes como la vida está llena de cosas ordinarias.
Pero te das cuenta como todo el tiempo te están tratando de vender una vida extraordinaria: viajes, coches, la luna de miel, el crucero, los juguetes del futuro.
Con el tiempo te das cuenta que lo que te venden es para hacer cosas ordinarias, el día a día de la cotidianidad. El iphone que cambiará tu vida para seguir haciendo lo que hacías.
Cuando era niño disfrutaba lo ordinario, tal vez uno que otro juguete me quería vender lo extraordinario, pero sólo con mi imaginación era capaz de lograrlo.
Y luego nos preguntamos como es que nos quieren vender todo y es que perdimos nuestra capacidad de imaginar. Sin imaginación somos esclavos de lo que otros imaginan, de lo que otros cuentan.
Al final cualquier imaginación ajena es más interesante que la nuestra y tenemos que comprarla, pues nos la venden adornada de oro y de diamantes.
La solución es reactivar la imaginación.