El rey y el mortal rubí.
Había una vez un rey de un país muy grande y tranquilo. El Rey se llamaba Industrio. Un día, Industrio estaba caminando junto al río, cuando encontró una mujer. La mujer tenía un rubí en sus manos. Era un rubí pequeño pero con un brillo brillante. El rey Industrio El rey quería el rubí brillante, así que preguntó "¿Cuánto por el rubí brillante?" La mujer le dijo "Rey, es tuyo si lo quieres, pero ten cuidado de que no quieres más de lo que tienes". El rey pensó que la mujer era extraña, pero recibió el brillante rubí de la mujer.
En la noche, el rey Industrio estaba pensando en el brillante rubí. Salió de su habitación y fue a donde estaba el rubí. Lo trajo de vuelta a su cama y pronto estaba durmiendo y soñando con el rubí. El rey durmió y soñó que había encontrado una reina para casarse. En la mañana, una princesa muy bonita visitó el castillo. El rey se enamoró y pronto se casaron. El rey sabía que el rubí le había dado su sueño, así que lo puso en su corona. El rey no sabía que su jardín real se estaba muriendo porque estaba feliz.
En la noche, Con su corona y el brillante rubí, el rey Industrio durmió y soñó que su reino había encontrado oro. En la mañana se despertó y encontró el tesoro nacional lleno de oro. El rey estaba feliz. El rey le compró a su reina muchas joyas brillantes Pero el rey no sabía que la tierra de la granja se estaba muriendo en su reino.
En la noche con su corona, el rey dormía y soñaba que no podía morir. Y así el rey no murió. Se despertaba todos los días durante 100 años y veía morir su reino.
El rey ahora estaba viejo y triste, pero todavía no podía morir. Un rey sin reino es solo un hombre. El hombre Industrio lloraba a su corona todas las noches en su castillo vacío.
El hombre Industrio aprendió que cuando pides más de lo que tienes, pagarás un precio. Y así, el rey durmió y soñó todo el tiempo a cambio de que su reino volviera a prosperar. Y hoy su reino es el lugar más tranquilo del mundo. Nadie quiere más de lo que ya tiene.